Algunas marcas apostaron por submarcas e incluso modelos eléctricos claramente diferenciados de sus homólogos de combustión, sin embargo, desde hace tiempo ya vemos movimientos para deshacer este rumbo.
La última en hacerlo es Mercedes-Benz, quien acaba de anunciar sus planes para unificar el Clase S y EQS en un único modelo, volviendo al Clase S pero en este caso ofreciendo variantes de combustión así como eléctricas en la próxima década.
La nueva generación del Clase S no está prevista que aterrice en el mercado hasta el año 2030, si bien está previsto que tanto el Clase S actual como el EQS reciban importantes actualizaciones tanto en el 2025 como en 2026 para ponerlos al día.
Tanto el EQS como el Clase S han reducido sus ventas considerablemente y esto ha forzado a que la marca haya tenido que reducir su producción en la planta de Sindelfingen en Alemania, con una bajada del 22% en el caso del primero durante la primera mitad de 2024.
Sin embargo, es posible que te preguntes si ese nuevo Clase S estará construido sobre una plataforma común (con los inconvenientes que tendrá en materia de autonomía y aprovechamiento de espacio): la respuesta es que no. La versión de combustión tendrá su propia plataforma y la eléctrica, otra diferente, sin embargo, ambos tendrás un interior y exterior muy similar.
La idea que se busca es que los coches de combustión y eléctricos de Mercedes del futuro tengan un nexo visual de conexión mucho más fuerte que en la actualidad, algo que ya han comenzado a hacer con el Clase G.
Recordemos que Mercedes ha retrasado sus expectativas de electrificación de la gama: inicialmente esperaban estar vendiendo un 50% de coches eléctricos sobre el total de ventas para 2025 y ahora ese objetivo se ha movido a 2030, además de anunciar nuevas inversiones en motores de combustión para poder mantenerlos en el mercado más tiempo.