Tras más de siete años en el mercado, el Mercedes SLC se enfrenta a los últimos años en el mercado y de hecho, todo indica que no vivirá más allá de esta nueva década que se aproxima. No es algo negativo: Mercedes-Benz tiene grandes planes, y el rodillo pasaría ni más ni menos que por las manos de AMG Performance.
Aunque el Mercedes SLK tal y como lo conocemos llegó al mercado como un rotundo éxito hace ya varias décadas atrás en su primera generación, lo cierto es que desde aquel SLK con frontal tipo Fórmula 1, las ventas fueron decreciendo poco a poco hasta el punto actual, en el que se ha hablado en numerosas ocasiones de la desaparición forzosa del roadster alemán en favor de un nuevo proyecto. Y más o menos, la historia que seguirá será similar a estos designios. No es de extrañar: el actual SLC es una renovación del modelo que llegó al mercado en 2011, y este último comparte chasis y suspensión con el SLK original de mediados de la pasada década. Visto así, ¿cómo no vamos a esperar un gran salto hacia adelante?
El Mercedes SLC afrontará un giro radical para aventurarse en un nuevo mercado. El concepto como tal es muy probable que desaparezca, de hecho, ni siquiera en Mercedes-Benz pueden confirmar que el roadster tenga un sustituto directo. La transformación llegará en forma de un nuevo modelo de AMG Performance. ¿El objetivo? Un coupé -con variante descapotable- que compita en la misma línea con los actuales 718 Cayman y 718 Boxster de Porsche. Un giro específico hacia un nicho de mercado más dinámico y deportivo, dejando atrás la ambigüedad del SLK y SLC actual. El motor de acceso, para sorpresa de muchos, será el mismo 2.0 litros turbo de 4 cilindros presente en el AMG A 45 que veremos debutar muy pronto, desarrollando 400 caballos como versión más potente.