Nissan está preparando algo grande en lo que respecta a su gama de coupés deportivos y modelos de altas prestaciones. Más allá del sucesor del GT-R, que está de camino y tiene como objetivo romper moldes establecidos tal y como lo hizo el modelo original allá en la pasad década, Nissan prevé comercializar en menos de dos años el Nissan 400Z. Y ojo, porque traerá sorpresa.
Aunque lo lógico es pensar que el Nissan 400Z será una evolución natural del 370Z y dará un salto cualitativo importante hacia la barrera de 400 caballos de potencia, junto con un chasis profundamente renovado y con una filosofía muy similar a la de sus predecesores, lo cierto es que la marca asiática está barajando las posibilidades de posicionarlo en el mercado como un deportivo eléctrico que prescinda de motor gasolina. Un cambio drástico y radical, que de llegar al mercado, causará revuelo.
La pregunta no es más bien si será, sino cuándo será. Porque de no ser eléctrico el Nissan 400Z, sí lo será su sucesor. ¿Por qué? Desde Nissan, el único impedimento que ven al respecto es el hecho del peso que supone añadir un gran kit de baterías de litio-ión, además de la baja autonomía y escasez de duración en el caso de un uso de altas prestaciones. Todo esto se soluciona con el uso de baterías en estado sólido, pero esta tecnología aún no está madura y la mejor demostración de ello es que el Tesla Roadster aún está lejos de llegar al mercado, y quedan muchos miles de kilómetros por probar.
Sea como fuere, el Nissan 400Z será mejor en todos los aspectos que el 370Z y «lo lógico» es que la marca japonesa apueste por una configuración de motor gasolina, quizás con un pequeño set-up híbrido, que permita una mayor potencia y también eficiencia.