Honda registró nuevamente en los Estados Unidos hace algunas semanas el nombre de CR-Z, que como recordarás, corresponde al modelo híbrido deportivo de la firma nipona lanzado en 2010 y que sorprendió por su comportamiento y por contar con un chasis muy por encima de las posibilidades de su motor (un 1.5 gasolina de 114 CV unido a otro eléctrico de 14 CV, entregando una potencia combinada de 124 CV y más tarde, en su restyling de 2013, alcanzando los 137 CV).
Estuvo comercializándose hasta el año 2016 y su registro del nombre en los Estados Unidos expiró el 30 de Junio de 2017. Desde entonces, Honda no había vuelto a mover ficha para registrarlo nuevamente a fin de evitar que otra empresa pueda hacer uso del mismo nombre. La pregunta ahora es… ¿a qué se debe que haya tardado tanto en volver a ser registrado? En ocasiones esto se debe a la burocracia y la lentitud de algunos procesos, si bien es cierto que en este caso se ha demorado mucho más de la cuenta (de hecho, todavía no se ha concedido el registro al fabricante) y además no han tenido intención al menos por el momento de registrarlo en otros países.
¿Qué nos lleva a pensar esto? Una de las hipótesis es que podríamos estar ante una segunda generación del modelo, algo que no sería descabellado teniendo en cuenta que Toyota vuelve a tener opciones deportivas dentro de su catálogo y que en el caso de Honda se limitan únicamente al NSX y al Civic Type R. Esperemos que de ser una realidad finalmente, en este caso hayan aprendido la lección y nos encontremos al menos 180 CV de potencia que sí que le permitan ofrecer unas prestaciones mucho más acorde a lo que se espera de un coche así.
