Akio Toyoda, el CEO actual de Toyota no quiere repetir la misma estrategia que ya hizo con la primera generación del Toyota GT86 y Subaru BRZ, por la cual, eran básicamente el mismo coche con algunos pequeños cambios, la gran mayoría de ellos, fundamentalmente estéticos. Para esta iteración, tal y como desvela Best Car Web, en Toyota quieren que pese a compartir ADN con el BRZ, marque una clara diferencia respecto al mismo.
… Y precisamente esta decisión sería la que estaría posponiendo su lanzamiento. Una de las áreas que quieren tocar es su comportamiento, sin embargo, con un presupuesto limitado, las posibilidades son también muy limitadas, por lo que en ese caso podrían limitarse a un mapa de la centralita específico además de una relación de cambio diferente. Otros cambios de mayor calado supondrían más retrasos en el proyecto y un encarecimiento en el coste del mismo.
La potencia continuará estando proporcionada por el motor 2.4 bóxer (FA24) con 227 CV de potencia y 249 nm de par, que continuará siendo atmosférico como sucede en el BRZ.
Sólo como recordatorio, el BMW Z4 y Toyota Supra parten de la misma plataforma y propulsores, sin embargo, sí que han logrado dotarle a cada uno de ellos de la esencia correspondiente a la marca matriz. En este caso, los cambios deberían ser mucho más sutiles entre ambos modelos, pero… ¿lograrán establecer ese desmarque loable no logrado en la anterior iteración?