El Plan Moves III se prorroga (una vez más) hasta el 30 de Junio de 2025

Con el fin del año a la vuelta de la esquina, la incertidumbre reinaba sobre la continuidad de las ayudas a la compra. Finalmente, el Ejecutivo ha despejado las dudas: el Plan Moves III seguirá vivo, al menos, hasta el 30 de junio de 2025. Una prórroga que llega acompañada de 50 millones de euros adicionales para estimular un mercado que se mueve a un ritmo más lento de lo esperado.

Lejos de los ambiciosos objetivos marcados, las matriculaciones de coches eléctricos apenas superan las 55.900 unidades en lo que va de año. Un dato que refleja una cuota de mercado de tan solo el 5,08% y un estancamiento preocupante respecto al año anterior. Un pequeño rayo de esperanza: los eléctricos logran, por la mínima, imponerse a los híbridos enchufables en el cómputo anual, con una diferencia de 2.719 vehículos.

¿Suficiente para cumplir las expectativas? Desde la patronal ANFAC, la respuesta es clara: no. Si bien la prórroga se recibe como una noticia positiva, especialmente en un 2025 crucial marcado por el endurecimiento de la normativa europea de emisiones, se reclama un cambio de rumbo. Josep Maria Recasens, presidente de ANFAC y CEO de Renault España, pone voz a esta demanda: es imperativo que las ayudas sean directas y ágiles para impulsar de forma efectiva la transición hacia la movilidad eléctrica.

2025: Un año clave con un balón de oxígeno temporal

Esta ampliación del Plan Moves III, con una dotación total que asciende ya a 1.550 millones de euros, se suma a la prórroga de la deducción del 15% del IRPF en la compra de vehículos eléctricos, con un límite de 3.000 euros. Un paquete de medidas que, a pesar de mantener las cuantías y el sistema actual de aplicación a través de la declaración de la renta, busca dar un respiro a un sector vital para la industria española.

Más allá del Moves III: ¿Qué se mantiene y qué se pide?

Las condiciones del plan se mantienen intactas: ayudas para eléctricos, híbridos enchufables (con hasta 7.000 euros si se entrega un coche para achatarrar y superan los 90 km de autonomía eléctrica) y de pila de combustible, con un tope de precio de 45.000 euros más impuestos. La industria reclama una transformación del modelo (por ejemplo, con ayudas directas en la compra), pero, por ahora, el balón de oxígeno hasta junio de 2025 permite afrontar con un poco más de optimismo un año crucial para el despegue definitivo del coche eléctrico en España.

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