Aunque el futuro de Porsche sea eléctrico, la firma de momento va a tratar de seguir siendo fiel a sus principios a su modelo más icónico, el 911. Durante años, la firma ha tratado de ser muy cautelosa con todos los cambios que ha llevado a cabo a nivel mecánico en el modelo, hasta tal punto que en la actualidad pese a que el grueso de deportivos es ya sólo posible adquirirlos con cambio manual, en algunas versiones del 911 todavía ofrecen una caja de cambios manual de siete velocidades para los clientes más pasionales -y conservadores en este sentido-.
Bajo esta premisa, la firma de Stuttgart continuará apostando por la combustión en su gama 911, siendo el propio CEO de Porsche, Oliver Blume, quien ha confirmado a Autoblog que el 911 eléctrico no estará listo hasta como mínimo el año 2030. Ojo, porque esto no implica que a lo largo de esta década podamos ver alguna variante híbrida del modelo, ya que tal y como confirma, en la próxima generación podríamos ver una hibridación «muy deportiva», con un sistema similar al empleado en el 919 que ha ganado tres veces seguidas las 24 Horas de Le Mans.
Sin embargo, y aunque todavía queda mucho para que veamos eso, lo cierto es que esa transición se antoja difícil para el modelo, ya que tal y como explica Blume «el concepto de 911 no permite un coche 100% eléctrico al tener el motor en la parte de atrás, y de poner todo el peso de las baterías detrás el coche no se podría conducir». Por otra parte, no abandonarán a los propietarios de los 911 térmicos una vez se lleve a cabo dicha transición, ya que están trabajando en el desarrollo de gasolina sintética que tenga una huella de carbono neutral, permitiendo que de esta forma los modelos actuales puedan seguir circulando sin contaminar.
