¿Recuerdas el Porsche Mission E? Un prototipo 100% eléctrico presentado en el Salón de Fráncfort de 2015 que ha dado mucho que hablar y que tal y como te anticipamos, está previsto que entre en producción a finales de la década actual, allá por el año 2020. Pero más allá de eso, este modelo de cuatro plazas y una altura de 130 centímetros va a resultar muy interesante por algunas de sus características.
Empezando por los 500 kilómetros de autonomía que ya conocíamos, que ya de por sí, resulta una cifra muy generosa para un eléctrico, pero es que además, es capaz de lograr una autonomía de 400 kilómetros si le realizamos una carga rápida de 15 minutos (con el que completaremos un ciclo al 80%), mientras que si realizamos una carga completa podremos recorrer más de 500 km. Para ello, será necesario realizarlo con un cargador de 150 kW y 800 voltios. Y ese es precisamente uno de los primeros problemas con los que se han encontrado desde el fabricante alemán, ya que no existe una infraestructura con la que poder lograr dichas cifras, por ello, se encuentran en conversaciones con diversos gobiernos y fabricantes para lograr redes de distribución de dicha capacidad en China, EEUU y Europa.
Ahora, gracias a unas recientes declaraciones del CEO de Porsche, Oliver Blume a Top Gear en el transcurso del Salón de Ginebra también hemos sido conocedores de que la versión de producción contará con un aspecto exterior muy similar al que ya hemos visto en el prototipo, mientras que en su conducción se va hacer especial énfasis para satisfacer las necesidades de los conductores de la marca, de la misma forma que se ha logrado con el 918 Spyder en modo eléctrico.
El prototipo cuenta con 600 CV de potencia que le permiten alcanzar los 100 km/h en 3,5 segundos, por lo que no se dejan las prestaciones en segundo plano en favor de una mayor autonomía. Su chasis está fabricado en plástico reforzado en fibra de carbono, acero y aluminio.
Este modelo también resultará muy importante para la plantilla de la marca, ya que supondrá la creación de 1.000 puestos de trabajo en Stuttgart, además de una inversión de 700 millones de euros adicional para un nuevo taller de pintura así como una nueva planta de montaje, incluyendo las remodelaciones pertinentes en la planta de motores para poder producir motores eléctricos de dichas características, algo que le permitirá especializarse a Porsche aún más en eléctricos de cara al futuro.