Aunque acostumbremos a ver de la mano a BRABUS y Mercedes, esta vez han decidido romper con la tradición y han apostado por Porsche con el Brabus 820 que toma como base el Porsche Taycan Turbo S, un modelo que ya de por sí con un enfoque deportivo y al que pocas cosas se le pueden reprochar en este sentido. Pero BRABUS siempre sabe cómo llevar esta faceta un paso más allá, como ha hecho en este caso.
Para ello, lo que han hecho es añadir detalles en fibra de carbono en su carrocería, tales como unas tapas para la admisión, un splitter delantero más prominente además de apéndices aerodinámicos en el paragolpes. Esto se complementa con unas llantas BRABUS Monoblock Z «Platinum Edition» de 22 pulgadas forjadas de color negro bajo las que se esconden unas pinzas de freno de BRABUS de color verde lima. Llantas, que por cierto, no afectan al consumo medio del vehículo, algo muy importante en un VE.
El propulsor eléctrico continúa entregando los mismos 761 CV y 1.050 Nm de par, aunque gracias al módulo de control de BRABUS, la suspensión rebaja la altura del vehículo en 20 milímetros respecto al modelo de serie, permitiendo por tanto reducir el centro de gravedad.
Una vez entramos al habitáculo, vemos una clara predominancia del color verde lima que ya veníamos viendo en el exterior, con una tapicería en dos tonos que combina negro y verde lima y que se extiende también a salpicadero, consola central, puertas e incluso alfombrillas. Se añaden también numerosas molduras en fibra de carbono. Además, los respaldos de los asientos cuentan con placas de BRABUS que dejan patente que no se trata de un modelo de serie.
