En su día todos aceptamos que la berlina tope de Audi, el A8, diese un giro radical respecto a los rivales y optase por usar tracción delantera de serie, y total como opción. ¿Realmente era lógico? Tener un buque insignia de tracción delantera, al menos para ellos sí.
Pero eso lo tenemos todos aceptado, y si creíamos que los alemanes no podían ser tan radicales como antaño, esta vez lo han vuelto a hacer: la próxima generación tendrá, sin previo aviso, un nuevo propulsor de 2 litros turboalimentado y de 4 cilindros. Cuanto menos, sorprendente.
La potencia estará fijada en 230 caballos, y si serán suficientes o no, lo veremos el próximo año una vez llegue al mercado.
Vía: Motor Authority