Las frecuencias radio son un buen invento, pero no deberíamos fiarnos demasiado cuando se trata de la seguridad personal. Desde luego nunca me ha parecido un buen invento para evitar el robo de coches y ahora mis sospechas se hacen realidad.
Todo lo que emite una señal puede ser interceptado, luego puede ser copiado y hackeado. Los investigadores de ETH Zurich en Suiza han logrado hacerlo. En concreto han sido capaces de captar la señal emitida por una llave y luego enviarla al coche con el consiguiente resultado: la apertura y la posibilidad del arranque del motor mediante el botón. El truco esta en que al encontrarse cerca la llave, el receptor del coche interpreta el hecho abriendo las cerraduras.
No importa si la señal se envía encriptada o codificada, el sistema ha sido capaz de interceptar cualquier señal. De hecho se han realizado pruebas con diez coches de diferentes marcas y todas las pruebas fueron éxitosas.
Todo lo que hace falta para hackear la apertura sin llave del coche son dos antenas: una cerca del coche y otra a mínimo ocho metros de la llave. Para simular de alguna manera la vida real, han creado varios escenarios. En uno de ellos un ladrón de coches se queda cerca del coche víctima con su correspondiente antena. Otro ladrón, cómplice del primero, sigue al dueño del coche, por ejemplo en una tienda. Los ocho metros de distancia permiten no levantar ningún tipo de sospechas y ¡voilá! Ya se puede interceptar la señal y abrir el coche.
El sistema que usaron es además bastante económico, pues según los componentes que se gastan, puede variar entre 100 y 700 euros, que es una suma inapreciable comparando con el valor del vehículo que se puede conseguir.
Vía: Technologyreview