Suzuki ha decidido volver a iniciar la comercialización del Jimny en Europa, un modelo que tras tener que cesar sus ventas debido a las cuantiosas multas que debería abonar el fabricante en concepto de emisiones (cuya normativa establece una media de 95 g/km por fabricante), las unidades del mercado de segunda mano habían disparado de manera absurda su precio, sin embargo, esto ya viene de lejos, de cuando el modelo ya contaba con unas largas listas de espera a la hora de adquirirlo nuevo.
Entonces… ¿cómo es posible que ahora la firma nipona haya podido sacar nuevamente el modelo a la venta? usando un viejo truco que ya usaron en el pasado algunos fabricantes: comercializándolo como un comercial ligero. Y es que esta normativa de emisiones se exige a automóviles, pero no a comerciales ligeros, donde esta es superior: 147 g/km de CO2.
¿Es exactamente igual? No. Prescinde de las dos plazas traseras mediante la supresión de dicha bancada, por lo que la zona trasera cuenta con un área de carga de fondo plano con una capacidad de 863 litros frente a los 85 litros con los que cuenta la versión con plazas traseras (si bien con los asientos abatidos llegaba a los 830 litros).
Por lo demás no cuenta con más cambios, incluso cuenta con cristales en la parte trasera y no ha sido panelado. El motor es el mismo gasolina K15B de 1.5 litros, 102 CV y 130 Nm de par con caja manual de cinco velocidades y reductora, además de la tracción integral desconectable Allgrip Pro y bastidor de largueros.
Todavía no sabemos precio ni fecha de lanzamiento de esta versión comercial. Y en lo que respecta a la variante de pasajeros, tampoco sabemos qué as tiene Suzuki bajo la manga, pero posiblemente esto pase por una estrategia de hibridación suave como la ya vista en el Ignis o Swift Sport.
