Tras 145.561 unidades producidas y seis años de producción, Volkswagen ha puesto fin a su producción. Y no tendrá un relevo directo dentro del mismo Golf, ya que este relevo pasará a ser tomado por el ID.3. Y no sólo a nivel comercial, sino a nivel productivo, porque la fábrica transparente de Dresde que se encargaba del e-Golf pasará ahora a encargarse del ID.3
El e-Golf se lanzó en el año 2014 al mercado y se ha estado produciendo en Wolfsburgo hasta verano de 2020, y en 2017 también comenzó a producirse en paralelo en Dresde a fin de poder abastecer su gran demanda en el mercado europeo que ha seguido manteniéndose aún después del lanzamiento del ID.3
Algo que no deja de ser curioso, puesto que el e-Golf es un modelo claramente veterano y superado por muchos de sus competidores y aún pese a todo, ha seguido manteniéndose como uno de los vehículos eléctricos más vendidos en Europa, especialmente en mercados como Noruega o Alemania.
El director de la factoría de Dresden, Danny Auerswald dijo en el evento que ponía fin a la producción del e-Golf «el fin de la producción del e-Golf supone el arranque de las preparaciones finales para iniciar la producción del ID.3. En cuestión de pocos meses abriremos un nuevo capítulo dentro de la factoría transparente». Es por ello que durante las próximas tres semanas, Volkswagen hará todos los cambios necesarios para poder arrancar la producción del ID.3 a finales de Febrero, un modelo del que ya se han entregado 28.000 ejemplares a lo largo del Viejo Continente desde su lanzamiento.