Renault es a todas luces el fabricante europeo que de manera más decidida está apostando por los vehículos eléctricos. Muchos de sus modelos de reciente introducción y otros que están por llegar (Renault 5, Renault 4, Renault Twingo…) serán únicamente eléctricos, sin plataformas híbridas que les permitan montar también motores de combustión como ocurre en el caso de Stellantis.
Y, como parte de esa fuerte apuesta, el CEO de Renault quiere redoblar sus esfuerzos mediante alianzas estratégicas que le permitan seguir mejorando y desarrollando sus plataformas eléctricas. Renault tiene una escala mucho menor que otros grandes grupos automovilísticos, por lo que este tipo de alianzas tienen mucho más sentido si cabe.
De acuerdo al director de adquisiciones y asociaciones del Grupo Renault, François Provosto y de acuerdo a unas declaraciones a Automotive News, el CEO de Renault, Luca de Meo, estaría en conversaciones con compañías chinas como Li Auto y Xiaomi Technology.
Y sí, especialmente esta última es la que más llamativa te resulte, pero no es para menos teniendo en cuenta la sensación que está siendo en su país natal el SU7, donde está rompiendo récords de ventas y hasta el propio CEO de Xiaomi está recomendando a potenciales compradores comprar vehículos de otras marchas chinas al no ser capaz de satisfacer la enorme demanda que están teniendo.
Todavía no conocemos el contenido de esas conversaciones, pero de haber un entendimiento finalmente entre ambas partes, parece lógico que lo que quieran buscar es el intercambio de tecnologías ya sea de sistemas de propulsión eléctricos de batería así como todo lo relacionado con software y tecnologías de conducción autónoma. Recordemos que en el caso de Xiaomi no es ella quien produce el SU7, ya que únicamente se ha encargado de su desarrollo. La producción del modelo corre a cargo del fabricante chino BAIC, y es ahí donde Renault tendría mucho que ofrecer si Xiaomi quisiese fabricarlo en suelo europeo para poder sortear mejor los nuevos aranceles a coches chinos que deberíamos ver en no mucho tiempo en Europa.
Unas conversaciones que, de llegar a buen puerto, darían vida a una alianza estratégica sobre tecnologías de vehículos eléctricos e inteligentes. Es decir, sistemas de propulsión eléctricos de batería y sistemas relacionados con la conectividad y la automatización.
