¿Vuelve el ludismo? La nueva revolución industrial a la que nos enfrentamos y que también va a llegar de lleno próximamente al mundo del automóvil ya prevé la destrucción de puestos de trabajo debido a la reconversión al coche eléctrico, al menos, eso es lo que estima un estudio en Alemania.
Este estudio, realizado por IG Metall, principal sindicato alemán de la industria, en colaboración con marcas como BMW, Volkswagen, Daimler, así como proveedores como ZF, Schaeffler y Bosch, contempla que para el año 2030, en Alemania el 25% de los vehículos del parque móvil sean totalmente eléctricos, siendo otro 15% híbridos, combinando un motor de combustión con otro eléctrico.
Actualmente, la industria más grande de Alemania emplea a más de 800.000 personas, y debido a esta reconversión se estima que podría eliminar 100.000 de los 210.000 empleos dedicados a la producción de motores. ¿Por qué? ¿cuál es el motivo? Muy fácil: los motores eléctricos son mucho más simples, por tanto, son más fáciles de construir y tienen muchas menos piezas móviles que los de combustión, por lo que no es necesaria tanta mano de obra para poder llevarlos a término. A cambio, eso sí, se crearían 25.000 empleos adicionales, pero claramente sería deficitario respecto a las cifras actuales de empleabilidad.
Es por ello que el presidente de IG Metall, Joerg Hofmann, lanzó un aviso al gobierno y directivas de compañías de la industria para que vayan preparándose de cara a este cambio, ya que no todos serán capaces de sobrevivir a esta revolución eléctrica, y serán planes de reciclaje para los empleados que una vez llegados a ese punto no tengan carga de trabajo.
Volkswagen, por su parte, ha anunciado que su plan pasará por la eliminación gradual de empleos mediante la jubilación además de la reconversión de otros tantos en las oportunidades que presente esta transformación.
