Cuando hablamos de operaciones policiales para desmantelar a bandas dedicadas al robo de vehículos, en la inmensa mayoría de casos, el parque de coches confiscado corresponde a vehículos de alta gama, de marcas premium y con pocos años. Sin embargo, este caso es una de esas excepciones… puesto que los ladrones se han dedicado a robar coches que no encajan precisamente en este estereotipo manido.
Todo comenzó tras el robo de un grupo electrógeno valorado en 15.000 euros que se saldó con la detención de un hombre de 42 años por parte de la Ertzaintza en Getaria. Sin embargo, este grupo pesaba tres toneladas y para obtenerlo habían tenido que forzar candados de las vallas del recinto así como emplear un camión grúa para hacerse con él, algo que les acabó llevando al lugar donde se encontraban los vehículos, no sin antes localizar el camión con el que supuestamente el sospechoso llevó a cabo el robo del grupo electrógeno y en los alrededores se encontró el propio generador oculto bajo una lona.
El detenido poseía un caserío que también se procedió a investigar y en él se encontraron nada menos que 26 vehículos, todos ellos con varias características comunes: son deportivos de los años 80 y 90 y que están muy cotizados actualmente. Entre algunos de los vehículos, podemos encontrar modelos tan especiales como el Ford Escort Cosworth, Mitsubishi Lancer EVO V, BMW M3 E36, Subaru Impreza STI, entre otros tantos.
Se pudo constatar tiempo después que dichos vehículos eran procedentes de robos llevados a cabo en diversos países de europea y contaban con números de bastidor falsificados. Junto con ellos, también se requisaron una pistola táser, munición, dos armas de fuego, así como cerca de 10.000 euros embalados en plástico transparente y de dudosa procedencia.
