Si has jugado al mítico GTA en alguna ocasión, sabrás que precisamente su principal encanto es la libertad para poder moverse por la ciudad y poder tomar cualquier coche que quieras bajo tu propia voluntad. Todo ello en una ciudad con un entorno a ciertos niveles bastante fidedigno al que nos podemos encontrar en la vida real: con tráfico, peatones, semáforos y numerosos objetos en la vía pública, es decir miles de variables que entran en juego y numerosas condiciones de iluminación. Y, por supuesto, si violas las normas de circulación excediendo los límites de velocidad, comienzas a ser perseguido por la policía.
Pero precisamente un entorno virtual así como el del GTA V es bastante interesante de cara a poder desarrollar tecnologías de conducción autónoma sin tener que desarrollar por ello un juego o entorno fidedigno a la realidad desde cero. Es por ello que investigadores de Intel y la Universidad de Darmstadt en Alemania usan el juego como base para desarrollar su algoritmo de visión de un vehículo autónomo, y por cómico que pueda parecerte, funciona y lo hace bastante bien, fundamentalmente de cara a dotar de lógica al sistema para identificar objetos y que los categorice de cara a tomar decisiones a base de recopilar datos mediante acumulación. De hecho, afirman que los datos sintéticos son casi tan buenos o incluso mejores que los reales, pudiendo también recrear situaciones de accidentes.
Y aunque el testing en la vida real también es necesario, sobre entornos virtuales permite perfeccionar mucho mejor el sistema al no haber límites impuestos por kilómetros, legislación que restrinja el uso de dichas pruebas o tener que desarrollar de manera mucho más conservadora. Es por ello, que hacer un mix de desarrollo en entornos virtuales y posteriormente sobre la vida real permite evolucionar de manera mucho más rápida el sistema.
