Durante este fin de semana ha comenzado oficialmente, la vida útil del BMW i3. El pequeño y premium eléctrico alemán ha comenzado a rodar por las calles alemanas después de que se hayan entregado las llaves de las primeras unidades a sus nuevos dueños.
La celebración y entrega de las unidades se ha llevado a cabo en el BMW Welt, museo oficial del fabricante europeo que está situado muy cerca de sus instalaciones, en Múnich. Entre algunos de los compradores se encuentran personalidades importantes del gobierno de Alemania, y por supuesto, también han estado allí presentes caras muy importantes en BMW. Pero yendo más allá, nosotros nos vamos a centrar en lo que nos interesa… el futuro inmediato que le toca al pequeño eléctrico.
BMW i3: la hora de la verdad
El pequeño eléctrico se enfrenta ahora, a la prueba de la verdad. Será durante los próximos meses cuando realmente, podamos comprobar el éxito al que estará sometido el BMW i3 durante los venideros años. Una prueba de fuego que no da pistas sobre el futuro cercano del i3, el cual no sabemos si será un rotundo éxito, o un estrepitoso fracaso. Como antesala del i8 de producción, la firma bávara ha querido resaltar ante todo, la gran calidad exterior e interior del coche. Yendo más allá, los bávaros incluso sitúa el lanzamiento del i3 como una meta conseguida, un éxito logrado, y un antes y después en la historia contemporánea de BMW.
Como recordatorio, el BMW i3 es un coche cien por cien eléctrico, contando con una batería de litio-ión de 22 kWh, unido a su vez a un motor eléctrico que es capaz de desarrollar hasta 170 caballos y 250 nm de par. Más que suficiente para ofrecer prestaciones dignas de un subcompacto de tintes deportivos, mientras que cuenta con una autonomía máxima de 160 caballos. El 0 a 100 kilómetros por hora está fijado en 7,2 segundos, y la velocidad máxima en 150 km/h.