En más de una ocasión, viajando por España, te habrás topado con los llamativos postes de SOS puestos por la DGT que pueblan nuestras carreteras. No es novedad, puesto que esto ya se anunció hace algún tiempo, si bien es ahora cuando se comienza su retirada, con un único objetivo: recortar gastos.
Y es que de acuerdo a las informaciones, la retirada de los postes supondría un ahorro de 2,5 millones de euros anuales, además de que afirman que su uso está prácticamente extinto debido a la masificación de los teléfonos móviles entre toda la población. Pero vamos, independientemente de eso, los móviles pueden fallar, pueden quedarse sin batería, o simplemente, en caso de un accidente grave, lo último que vas a hacer es ponerte a buscar tu móvil entre el amasijo de hierros. Al menos, han anunciado que tendrán la «decencia» de dejarlos donde la cobertura de móvil sea baja o nula.
De acuerdo a Pere Navarro, director de la DGT, el pasado año sólo utilizaron los postes 11.000 personas por las 50.000 del año 2000. Y su uso podría continuar descendiendo. La retirada comienza estos días y durará 3 años, será la empresa de desmantelamiento la que los mande a una planta de tratamiento.
Personalmente, me parece una vergüenza que todos nuestros políticos no renuncien a los buques insignia de marcas premium que tienen como coches oficiales, pero sí supriman un servicio de seguridad vial como los postes de SOS, que pese a que se vea relevado por el uso de los teléfonos móviles, alguna que otra vida puede salvar.
