A diferencia de sus hermanos pequeños (R32 GT-R y R33 GT-R) que sí que hace años estaban mucho más asequibles el mercado de segunda mano, el Nissan Skyline GT-R R34 siempre ha tenido un suelo mucho más alto… y también más estable. Si nos vamos a ediciones limitadas del modelo, el precio aumenta de manera considerable, y estos últimos años, su valor en el mercado también se ha multiplicado.
En concreto, vamos a hablar sobre el Z-Tune, desarrollado por Nismo y Nissan, del que en 2003 obtuvo luz verde, pero justo coincidió con el cese de la producción del R34. Nismo no tiró la toalla, así que adquirió 12 unidades del Skyline R34 GT-R V-Spec en el mercado de segunda mano que tuviesen menos de 29.000 km en el odómetro y procedió a convertirlos en Z-Tune. Adicionalmente, otros siete propietarios de uno se pusieron en contacto también con Nismo para que realizase la transformación de sus V-Spec en Z-Tune, dando como resultado un total de 19 unidades, incluyendo los dos prototipos de la fase de desarrollo (si bien, estaba planificado inicialmente producir 20 unidades).
Todos ellos tenían una característica común: su color de la carrocería plata. Excepto uno, que estaba acabado en el mítico Midnight Purple III. Recientemente uno de los ejemplares en color plata se restauró por completo en Japón y se aprovechó para cambiar el color de su carrocería al Midnight Purple III. Actualmente está en Melbourne (Australia) y pese a que su color no es con el que salió de fábrica, su valor actual superaría ampliamente los 400.000 euros, ya que sólo hay dos unidades en el mundo con esta configuración.
El Z-Tune hace uso del bloque RB26DETT con la cilindrada aumentada hasta los 2.8 litros, con una potencia de 493 CV que se consigue también gracias a los nuevos turbocompresores IHI. Se complementa con unos amortiguadores Sachs, capó con salidas de ventilación y frenos Brembo de mayor capacidad.