Desde su lanzamiento a finales de 2023, el Volvo EX30 eléctrico se convirtió en un auténtico fenómeno, situándose durante meses entre los coches eléctricos más vendidos tanto en España como en el resto de Europa. Su éxito no solo radica en el atractivo diseño escandinavo y la tecnología de vanguardia, sino en una política de precios que lo posicionó como la puerta de entrada más asequible a la gama eléctrica de Volvo, con tarifas desde 39.050 euros en España para la versión Core, y opciones más equipadas que alcanzan los 51.029 euros.
Uno de los secretos de este precio competitivo fue su producción inicial en China, aprovechando la estructura industrial del grupo Geely, propietario de Volvo. Sin embargo, la reciente imposición de aranceles por parte de la Unión Europea a los vehículos eléctricos fabricados en China (un 18,8% específico para Geely, que se suma al 10% general para importaciones) ha cambiado el tablero de juego. Para esquivar este sobrecoste y mantener su competitividad, Volvo ha trasladado la producción del EX30 destinado a Europa a su histórica planta de Gante, en Bélgica, tras una inversión de 200 millones de euros para adaptar las instalaciones a la nueva plataforma y a los retos de la electrificación.
La fábrica de Gante, que ya producía modelos como el EX40, EC40, XC40 y V60, ha experimentado una auténtica transformación: se han incorporado 600 nuevos robots, ampliado la nave de baterías y creado nuevas líneas de montaje y embalaje, lo que ha supuesto la creación de 350 nuevos empleos y una plantilla total cercana a los 6.600 trabajadores. Además, a finales de 2025 se sumará a la línea el EX30 Cross Country, la versión más aventurera del SUV eléctrico.
En cuanto a su gama mecánica, el EX30 ofrece tres niveles de propulsión eléctrica: una versión de acceso con motor trasero y batería estándar que homologa 337 km de autonomía; una variante intermedia con batería de mayor capacidad y hasta 476 km de rango; y una opción de doble motor, tracción total y 428 CV, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,6 segundos, con una autonomía de 450 km. Todas las versiones admiten carga rápida, permitiendo pasar del 10% al 80% de batería en apenas 26 minutos.
El movimiento estratégico de Volvo no solo refuerza su presencia industrial en Europa y le permite sortear los aranceles, sino que también le otorga mayor flexibilidad para ajustar precios y responder a la demanda local en un mercado cada vez más competitivo. No obstante, los costes de producción europeos son superiores a los de China, por lo que no se espera un abaratamiento inmediato, aunque la eliminación de aranceles podría traducirse en mejores ofertas o descuentos puntuales.
En 2024, el EX30 rozó las 60.000 ventas en Europa y fue el cuarto coche eléctrico más vendido en España, con más de 2.300 unidades matriculadas. Sin embargo, en los primeros meses de 2025, la demanda parece haberse enfriado, posiblemente por la saturación inicial del mercado y la presión de los precios, lo que podría llevar a Volvo a replantear su política comercial para mantener el impulso de su modelo estrella