¿Te imaginaste en alguna ocasión poder viajar por carretera desde Europa hasta Estados Unidos en coche? Dentro de unos años, de llevarse a cabo el proyecto propuesto, podría ser una realidad. Una realidad, que por otra parte, supondría una prueba de fuego tanto para la mecánica de nuestro vehículo como para nuestra salud, ya que serían nada menos que 21.000 km de trayecto, que se dice pronto…
Es obvio que resulta mucho más rápido y seguro realizar este trayecto en avión, pero esta ruta, de llevarse finalmente a cabo, podría también ser una de esas «rutas» para realizar al menos una vez en la vida, por el encanto que tiene atravesar todas las ciudades por las que pasa y porque dada su longitud, sería uno de esos viajes que nos marcaría para toda nuestra vida.
El presidente de Russian Railways, Vladimir Yakunin, ha sido quien ha propuesto un plan de construcción de esta carretera transiberiana, dado a conocer durante una reunión en la academia rusa de la ciencia con sede en Moscú y que ha recibido el nombre de Trans-Eurasian Belt Development (TEPR), construyéndose esta carretera paralelamente con el ferrocaril transiberiano, además de una nueva de red de trenes y tuberías de petróleo y gas.
Esta carretera atravesará ciudades tan conocidas como Moscú, Fairbanks (Alaska), Nueva York y Londres. Evidentemente, un proyecto así resultará especialmente caro, ya que tendrá un coste de varios billones de dólares, aunque seguran que tendrá un amplio beneficio económico para aquellos que inviertan en este proyecto. A este coste, habría que sumar también el mantenimiento de todo este vial, algo que resultaría también tremendamente claro, especialmente en muchas zonas donde por la climatología requieren de unos cuidados aún más severos para poder tener la carretera en condiciones en las que se pueda transitar.
Lo que se desconoce por el momento es cómo se realizaría por parte de los conductores el trayecto la distancia existente del océano entre Siberia y Alaska, ya que si aquí también planean la construcción de un túnel o un puente, encarecería aún más si cabe el coste de este megaproyecto.