Hoy es un día triste en el automovilismo en general: el austriaco Niki Lauda, triple campeón del mundo de Fórmula 1, falleció ayer lunes a los 70 años de edad tal y como anunció su familia hace unas horas en un comunicado.
Niki Lauda fue uno de los pilotos más ilustres de la década de los 70 y 80, años en los que ganó dos campeonatos del mundo junto con Ferrari y otro con McLaren para firmar el triplete. El acontecimiento que más marcó su carrera fue el GP de Alemania de 1976, donde un grave accidente le produjo quemaduras de primer y tercer grado en la cara, además de varios huesos rotos e inhalación de gases de combustible con afectación a los pulmones, siendo uno de los accidentes más graves que se recuerdan hasta la fecha. En la película Rush interpretada por Daniel Brühl y estrenada en 2013 se recoge parte de su vida y recrea el accidente que sufrió además de su vida posterior.
Afortunadamente, tras el accidente logró recuperarse y pocos meses después para sorpresa de todos volvió a ponerse al volante y llevó todavía más lejos su carrera, retirándose en su faceta de piloto en el año 1985, si bien continuó desarrollando actividades en torno al deporte de motor, ya que fue comentarista de carreras en TV así como asesor técnico de Ferrari y Mercedes e incluso director del equipo Jaguar entre 2001 y 2002.
Lauda fue sometido el pasado verano a un transplante de pulmón que le obligó a permanecer hospitalizado durante varios meses, y en Enero del presente año tuvo que volver a ser ingresado en el hospital general de Viena, ya que contrajo una gripe durante las navidades anteriores en Ibiza (España) en la que el piloto tenía su segunda residencia.
Una vida dedicada al mundo del motor y de gran aporte para la historia del automovilismo que lamentablemente nos ha dejado a todos aunque eso sí, lo ha hecho de manera apacible y rodeado de sus seres queridos.