¡Ya está aquí! Unas semanas antes del Salón del Automóvil de Ginebra, los de Maranello tiran de la manta y presentan oficialmente el Ferrari 812 Superfast. Estamos ante el sucesor directo del F12 Berlinetta -y también del F12 tdf-, que lo sustituye aunque a grandes rasgos, podamos considerarlo más como una actualización y renovación en cierta profundidad, más que un modelo totalmente nuevo.
Bajo el capó, Ferrari ha hecho los deberes y ha llevado a cabo lo necesario para que estemos ante el Ferrari de producción y no híbrido más rápido, potente y eficaz jamás construido… y de motor central-delantero. El propulsor es un V12 atmosférico de 6.5 litros, con mayor cilindrada que el del F12 Berlinetta y con cambios y mejoras suficientes para desarrollar una potencia neta de 800 caballos y 718 nm de par, unido a una caja de cambios automática de 7 velocidades. Por supuesto, Ferrari afianza también el uso del ten trasero direccional e instala el nuevo sistema de la marca para que las cuatro ruedas pasen a ser directrices, lo que se traduce en mejor paso por curva, prestaciones, maniobrabilidad…
Yendo más allá, los cambios más llamativos a simple vista del Ferrari 812 Superfast recaen a nivel estético, con un nuevo aspecto más agresivo y dinámico e inspirado en la nueva línea de diseño que Ferrari está implementando en sus modelos. También se renueva plenamente el interior, incluyendo el salpicadero, asientos, volante… pero si hay un aspecto llamativo es la línea trasera, con las ópticas divididas entre sí y una luna trasera de diseño extravagante y agresivo, culminando en un difusor espectacular. Como apunte interesante, Ferrari ha creado un color exclusivo que solo se usará en el 812 Superfast, para conmemorar los setenta años de la marca y bautizado como Rosso Setenta anni.
