Han pasado más de diez años desde que el Ferrari Enzo aterrizase en el mercado como un superexótico de producción limitada y con unas aspiraciones que se culminaron incluso antes de estar disponible en el mercado. La marca italiana culminó las 399 unidades del Ferraro Enzo con una variante de competición orientada exclusivamente al uso privado en circuito por parte de clientes muy exclusivos, al que bautizaron como Ferrari FXX. A estas alturas, todos lo conocéis.
El Ferrari FXX se concibió como el máximo exponente del Enzo en circuito, sin limitaciones más allá de las propias moralmente previstas y supuestas que no arraigaran peligrosidad para el piloto. El V12 se mantuvo y la potencia neta se elevó hasta los 820 caballos, sumado a cambios mecánicos brutales y muy profundos, sustituyendo buena parte de la mecánica, añadiendo una aerodinámica casi homogénea con el circuito… ¿la única pega? No apto para circular por carretera abierta. Excepto al menos, una unidad. Justo la que tenemos ante nosotros en este vídeo.
La idea del FXX «road-legal» que sí se pudo llevar a cabo hace casi diez años
En MotorAdictos hacemos un «remember» muy nostálgico remontándonos al año 2008, cuando os hablamos de la puesta en escena del primer Ferrari FXX apto para circular por carretera, de la mano de Edo Competition. Mucho ha llovido desde entonces y hasta hace poco más de un año, no supimos más de un proyecto similar. Esta unidad que aparece en un aeropuerto británico abandonado, cuenta con modificaciones justas y mínimas para cumplir con los requisitos legales, y yendo más allá, con una curiosa serie de protecciones que protegen gran parte de la carrocería del FXX y también los bajos, de posibles «chinos» que salten de las ruedas al asfalto o de pequeñas inclemencias del exterior.
