Hace tiempo me preguntaba si podría haber algo superior a un Ferrari Enzo o a un Koenigsegg CCX, es decir, algo superior a los superdeportivos de calle, esos que nos deja sin respiración nada más verlos o escucharlos. Fui tonto al no caer en que sí, no caer hasta que vi al Ferrari FXX.
Con el FXX, se creó el concepto de llevar a un superdeportivo al circuito, y adaptarlo a él de una manera extrema. Si ultimamos hasta el extremo un coche de estas características a la pista de competición, tenemos lo que vemos en el vídeo, el carruaje del diablo.
Vía: Youtube