Antes de mediados de la próxima década veremos en el mercado un nuevo modelo de Ferrari, diferente a lo visto hasta la fecha y uno que marcará definitivamente un antes y un después en la firma italiana. Hablamos de un Ferrari eléctrico, que prescindirá de motor gasolina y que se impulsará de una forma muy similar a proyectos que ya están en camino y que en solo unos años, serán la cúspide de los superdeportivos de alta gama.
Hace poco más de un mes Carlos nos contaba en primera instancia los futuros planes que rondan en Ferrari para llevar al mercado un modelo híbrido, que combine un motor de explosión con un set-up híbrido que no se corresponda a la tecnología KERS utilizada actualmente por la marca italiana sino por un sistema híbrido completo, compuesto por uno o varios motores eléctricos, y un kit de baterías. Ahora, los planes van más allá, y esto no hace más que ponerse más interesante…
El sistema previsiblemente será muy similar al visto en el nuevo Tesla Roadster. Ferrari utilizará baterías en estado sólido para proporcionar una gran autonomía junto a una portentosa potencia y capacidades dinámicas, cifras que no se queden atrás en comparación con proyectos de similares características con motor gasolina. Este es el motivo por el que no lo veremos antes: la marca del Cavallino Rampante quiere comercializar este modelo cuando sea el momento adecuado, con la tecnología madura, y con todo a punto para que sea un éxito sin reticentes. A falta de saber en qué nicho de mercado se posicionará, hasta la fecha, habrá que conformarse con un híbrido. Que visto de otra manera, no es en absoluto poco.
