No es ningún secreto que Ferrari tiene que evolucionar sus propulsores, y la idea que a todos les ronda por la cabeza es siempre la misma: motores turboalimentados.
¿Por qué? Básicamente, porque a día de hoy todos lo consideran la mejor opción para permanecer con unas prestaciones y unas especificaciones muy altas, mientras que las emisiones y el gasto de combustible se reduzcan cada vez más y más.
Por ello mismo, no debería sorprendernos que próximamente se anuncie de manera oficial, aunque hablar de que aparezcan en el sucesor del 599 GTB o del 612 Scaglietti es quizás demasiado anticipado.
Vía: Motor Authority