Ferrari está dando pasos fuertes y decididos hacia el mercado de los deportivos híbridos de alta categoría, y lo cierto es que pensar a estas alturas en volver atrás parece ya imposible. Visto de esta manera, no suena realmente sorprendente que la marca del Cavallino Rampante esté buscando adoptar una gama completa de modelos híbridos en un plazo de aproximadamente un lustro. Parece ya el futuro inmediato de la marca, y esto es lo que está por venir.
Con el LaFerrari demostrando el poderío de la tecnología híbrida y de las altas capacidades dinámicas que puede ofrecer, no resulta inverosímil que Ferrari quiera ampliar estas tecnologías al resto de modelos. Por un lado, modelos como el 488 GTB, el California T y por supuesto el GTC4 Lusso, podrían estar en sus últimas generaciones -respectivamente- de modelos con tecnología «estándar», es decir, sin contar con un set-up híbrido. Viendo que los sucesores de estos tres modelos, llegarán aproximadamente a principios de la próxima década, encajan todos y cada uno de ellos con los planes de Ferrari.
Mirando hacia adelante, el uso de configuraciones híbridas asegurará a Ferrari mantener una línea de modelos muy potentes, avanzados en cuanto a tecnología, y con una gama de consumos y emisiones contaminantes que caerá en picado, lo cual favorecerá al cumplimiento de los requisitos medioambientales de los diversos países. En cómo afectará a las ventas parece menos complicado, ya que es difícil que las ventas se resientan. Que por otra parte, Ferrari decida mantener al menos un modelo sin motorización de híbrido, parece ya más difícil.
