El mundo Ferrari, siempre atento a su glorioso pasado como demuestran los diseños del nuevo 12Cilindri o modelos Icona como el SP3 Daytona, podría estar a punto de revivir uno de los elementos más evocadores para los puristas: la transmisión manual con su característica rejilla metálica. Han pasado más de trece años desde que un Ferrari nuevo ofreciera esta opción, una decisión motivada en su día por la mayor eficiencia y rapidez de los cambios con levas, más acordes con su imagen ligada a la Fórmula 1, y por la realidad de que la mayoría de los compradores ya no demandaban el cambio manual.
Sin embargo, el responsable de desarrollo de producto, Gianmaria Fulgenzi, ha reconocido que existe una presión considerable por parte de algunos clientes para que regrese esta opción, y parece que en Maranello están escuchando. Fulgenzi admitió que la reintroducción de un cambio mecánico «es algo que podría suceder en el futuro, dependiendo del producto». No obstante, esta posibilidad no se extendería a los modelos de producción regular como el 296 o el 12Cilindri. Si el cambio manual regresa, Fulgenzi especificó que «probablemente [sería en] un coche Icona, porque es un coche que representa nuestra herencia, un coche para ser admirado y para ser conducido de cierta manera».
Esta reconsideración coincide con la visión de Ferrari de haber alcanzado prácticamente el límite del rendimiento en sus supercoches, tanto a nivel tecnológico como en lo referente a lo que el cuerpo humano puede soportar en términos de aceleración. Con el SF90 XX acercándose a los tiempos de aceleración de un F1, y considerando que potencias extremas en coches de propulsión trasera desafían los límites de neumáticos y chasis, Ferrari podría estar abriendo la puerta a priorizar otros aspectos de la experiencia de conducción. Fulgenzi sugiere que el enfoque futuro podría centrarse más en potenciar las «cualidades de conducción», maximizando la diversión y el disfrute al volante.
La llegada de Lewis Hamilton a la Scuderia parece haber impulsado esta conversación, ya que el campeón de F1 ha expresado su interés en un futuro Icona manual, sugiriendo incluso un homenaje moderno al F40 denominado F44. Aunque los anteriores Icona (Monza SP1/SP2, Daytona SP3) utilizaron cambios tipo F1, la idea de un sucesor espiritual del F40 o F50 (el último Ferrari especial con cambio manual) con tres pedales resulta tentadora.
A pesar de la emoción que esto genera, Fulgenzi advierte que los clientes interesados deberían aceptar un merma en términos de rendimiento. Para asegurar un embrague manejable sin requerir una fuerza desmesurada por parte del conductor, el par motor del propulsor probablemente tendría que ser limitado en comparación con la versión equipada con cambio de doble embrague. Ferrari reconoce así una demanda existente, quizás avivada por empresas externas que ya ofrecen conversiones a manual, y contempla satisfacerla, aunque sea de forma muy exclusiva y con ciertas concesiones en las cifras puras. El último Ferrari de producción con opción manual fue un California de 2012, una elección que hicieron muy pocos compradores en su momento.