Al cada vez mayor desinterés en los motores diésel, hay que sumar una decisión que cada vez más fabricantes se han visto forzados a tomar: la supresión de los mismos en los segmentos A. Este segmento, que habitualmente juega con un percentil de ganancias muy bajo, ha sido uno de los primeros en recibir la extinción de este tipo de propulsores debido a su baja demanda y ante la incapacidad por ofrecer rentabilidad a la marca en estos términos.
Fiat ha movido ficha con dos de sus modelos de mayor éxito comercial y ha optado por prescindir de sus motorizaciones diésel. La caída de ventas justifica sobradamente la decisión tomada desde la cúpula directiva: en el caso del Fiat 500, los motores diésel tan sólo suponían un 4% de las ventas, mientras que en el caso del Fiat Panda, suponían un 15% hasta el mes de Agosto. Además, en el caso del Panda, el 70% de ventas se concentran en el mercado italiano.
También, la nueva WLTP ha sido el tiro de gracia que ha aupado a tomar estas decisiones, ya que implicaría tener que acometer cambios sobre el bloque 1.3 Multijet que no vayan a vislumbrar un retorno de la inversión debido a las ventas tan marginales con las que cuenta, por lo que FCA ha obrado en consecuencia deteniendo la producción de ambos modelos asociados a dicho bloque.
Pese a que en España ya estábamos desprovistos desde hace algún tiempo de versiones diésel en el Fiat 500, no sucedía lo mismo en otros mercados. La pregunta que casi con toda certeza te surgirá ahora es… ¿qué alternativas ofrecerá Fiat a este movimiento llevado a cabo? Sabemos que llegará una batería eléctrica para el 500 en el año 2020, pero mientras tanto parece ser que se centrarán en los motores gasolina.
¡Eso de el desinteres por los diésel sera en otros por que yo sigo interesado por el diésel y seguiré interesado en el diésel.hasta que pueda tener un coche eléctrico de alta autonomía mas de 500 kilómetros,que cueste un precio asequible y lo pueda cargar en mi casa con un aerogenerador,o placas solares!