El BMW Serie 8 está consolidándose como una de las apuestas más apasionantes de la marca alemana en todo lo que resta de década. No es para menos, ya que supone no solo la incursión de la marca alemana en un mercado que va más allá del Serie 6, también marca el regreso del mítico Serie 8, en una guisa difeernte, pero que se asentará con el mismo objetivo
Este objetivo es, ni más ni menos, que conquistar el mercado de los grandes coupés que mezclan de forma exponencial deportividad y lujo. Y lo que tenemos a continuación, es el Serie 8 de producción tal y como llegará al mercado. Cambios notables respecto al prototipo (en portada), pero manteniendo la misma línea de diseño y confirmando lo que ya sabíamos: el Serie 8 Concept fue -y es- un prototipo pre-producción.
A estas alturas, el BMW Serie 8 no esconde secretos para nosotros: plataforma CLAR, uso intensivo de materiales ligeros como el aluminio, aluminio reforzado y CFRP (plástico reforzado en fibra de carbono) para otorgar un chasis excepcional, de peso reducido y capaz de moverse con soltura a través de las motorizaciones con las que el Serie 8 llegará al mercado. Motores de seis y ocho cilindros marcarán el camino, pero desde Múnich no cierran la puerta en ningún momento a una versión V12, posicionándose como un sucesor director del mítico 850CSi, aunque a diferencia de este último, el motor será de origen alemán y no directo desde McLaren.
