Aunque no a plena capacidad, Ford (al igual que otros tantos fabricantes con plantas en Europa) tratan de volver a la normalidad en sus plantas de producción. En el caso que hoy nos ocupa, la planta de Ford en Almussafes ha anunciado hoy el reinicio de sus operaciones tras siete semanas de cierre debido a la pandemia del coronavirus.
Sin embargo, como decíamos al inicio, por el momento no será en las mismas condiciones anteriores: por el momento sólo producirá al 30% de su capacidad y además sólo ha arrancado la producción en la planta de vehículos, y no será hasta el día 18 cuando se ponga en marcha la de motores. La idea en esta fase inicial es priorizar fundamentalmente a los pedidos de vehículos ya vendidos a clientes en concesionarios.
En el transcurso de los próximos meses se irá incrementando de forma gradual la producción hasta lograr alcanzar las cifras de producción con las que contaban previamente a la crisis que se ha desatado.
Los empleados que de momento puedan acudir a la factoría (que no serán todos, puesto que en aquellas áreas que no requieran presencia física obligatoria se fomentará el teletrabajo) deberán usar de forma obligatoria una mascarilla que será proporcionada por la compañía, además de emplear un protector facial en caso de que en su área no se pueda cumplir con distanciamiento social. Se comprobará también la temperatura de todos los empleados que accedan a las instalaciones además de hacerse una autoevaluación diaria del empleado. También, aquellas áreas donde ha sido posible han sufrido un rediseño para adecuarla a las nuevas circunstancias donde se prima la reducción de densidad de empleados en las áreas.