Ford Edge 2015: Un escalón por encima del Kuga

La apuesta de Ford por traer cada vez más productos tradicionalmente relegados al mercado americano es cada vez más fuerte. ¿Y qué mejor que hacerlo con un SUV? Un segmento que aunque quizá haya perdido algo de protagonismo con la llegada de tantos crossovers, no podemos negar que sigue gozando de una excelente aceptación.

Pero el cruce del charco no es simplemente la acción en sí. Ford ha adaptando el nuevo Edge a los gustos europeos, y para ello, lo prioritario es la gama de motores. Y no hace falta ser un lince para saber que lo primordial es contar con opciones diésel, y es lo que han hecho con el nuevo Edge, introducir un 2.0 TDCI Duratorq con potencias de 180 y 400 Nm de par y 210 CV 450 Nm de par. En este último, además, irá acoplado a la caja de cambios de doble embrague Powershift. Serán las únicas opciones disponibles, algo que nos parece hasta razonable observando las ventas tan marginales con las que cuentan sus homólogos gasolina con opciones de seis y ocho cilindros.

Los consumos homologados son de 5,7l/100 km para la variante de 180 CV, mientras que para la de 210 CV son de 6,1l/100 km.

¿Cuáles serán sus bazas?

Además de contar con motores diésel, el Edge necesitará algo más para poder ser competitivo en su segmento, donde el predominio de las alemanas premium es intachable. Empezando por su precio, que debería ser sensiblemente inferior al de alternativas ya conocidas, ofreciendo esa ventaja como principal.

Pero también es destacable la incorporación de elementos como la dirección eléctrica adaptativa -que requiere de menos giros en el volante para maniobrar-, el ya conocido sistema de conectividad SYNC2, además de otros elementos de equipamiento como un asistente de mantenimiento de carril, lectura de señales de tráfico, volante calefactable, sistema de frenada automática de emergencia en ciudad, tracción total (eso sí, conectable automáticamente en función de las funciones de adherencia), control de crucero adaptativo, asientos delanteros calefactables y ventilados….

Tampoco podemos olvidarnos de una cámara de aparcamiento con visión de 180º, especialmente útil en modelos como el Edge, que con sus 4,8 metros de longitud no será un coche precisamente fácil de estacionar en línea.

Estética conservadora pero atractiva

Su aspecto no es especialmente rompedor dentro del segmento, aunque podemos catalogarlo como un diseño con tinetes sport, donde se definen muy bien algunos nervios de la carrocería. ¿Y por qué decimos que cuenta con un diseño conservador? Basta con fijarse en su frontal para apreciar una gran similitud con el EcoSport, aunque en este caso, el Edge apuesta por una parrilla hexagonal ubicada en la parte superior.

En su habitáculo, una de las cosas más atractivas será su calidad de terminación, y tal y como nos revelan las imágenes, podemos observar como su cuadro de relojes es a priori digital y nos muestra mucha información acerca de la conducción, pero para complementarlo, cuenta con una pantalla integrada ubicada en la parte superior del salpicadero que muestra toda la información adicional del sistema de infoentretenimiento.

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