No es el Fiesta RS. Y tampoco podemos decir que se le acerque, porque no es más que una edición que retoca ligeramente algunas de las características del modelo convencional. Pero siempre es de agradecer este tipo de ediciones que vayan más allá del retoque estético y se atrevan -aunque de forma muy tímida- con el motor.
El Fiesta ST200 cuenta con el mismo propulsor 1.6 sobrealimentado de cuatro cilindros con una serie de cambios para sumar 18 CV extra hasta situarlo en los 200 CV. Esto implica una mejora leve en las prestaciones, con un 0-100 km/h que se reduce dos décimas hasta los 6,7 segundos, mientras que su velocidad máxima se sitúa en los 230 km/h, es decir, 10 km/h por hora adicionales.
Pero además de eso, también suma unos amortiguadores específicos con muelles rebajados 15 mm, discos de freno traseros de mayor diámetro así como un control de estabilidad que ha sido recalibrado dejando más manga ancha.
Estéticamente, estrena unas llantas de aleación en 17 pulgadas de color negro tras las que se esconden unas pinzas de color rojo. El color de carrocería también es exclusivo de esta versión, el gris tormenta. Su interior continúa portando los Recaro en cuero con costuras de color plata a contraste, además de una placa identificativa en la consola central donde podremos ver el emblema ST200 para identificar a la versión.