En Febrero del presente año, Ford introdujo en el mercado el Focus ST, una variante deportiva del modelo que inicialmente sólo llegó con la carrocería de cinco puertas y que ahora amplía su gama con la llegada de la variante familiar denominada Ford Focus ST Sportbreak -que ya estuvo también disponible sobre la anterior generación del modelo-, pensada para aquellos que valoran un maletero con una gran capacidad de carga pero sin querer renunciar a unas prestaciones elevadas. Si sólo valoras su estética, quizá en este caso te compense más adquirir el acabado ST-Line, muy similar estéticamente a lo que vemos aquí.
A nivel mecánico no presenta novedades con su hermano, manteniendo el mismo motor 2.3 Ecoboost de 280 CV y 420 Nm de par en gasolina, así como el diésel 2.0 EcoBlue de 190 CV y 400 Nm de par, estando el gasolina disponible con una caja automática con convertidor de par de siete velocidades o una manual de seis velocidades con función automática de punta-tacón en reducciones, mientras que el diésel únicamente se conforma con la caja manual. Algo común a todos ellos, eso sí, es la tracción delantera, si bien en este caso se apoya en un diferencial delantero eLSD pilotado electrónicamente, además de suspensión adaptativa Continuosly Controlled Damping (CCD).
También, pese a ser conocedores de que tanto el motor gasolina como diésel estarán presentes, no sabemos en este caso la merma de prestaciones que podrá acarrear respecto al modelo del cinco puertas. Como apunte, el Focus ST de cinco puertas gasolina EcoBoost es capaz de bajar de los 6 segundos en el 0-100 km/h.
Su precio es todavía una incógnita, pero sí que sabemos que estará a la venta a partir de este mismo verano, coincidiendo también con la llegada de la variante de cinco puertas, de la que por el momento, también desconocemos su precio para poder hacernos una idea de la banda de precio en la que orbitará.
