Ford ha anunciado cambios en los monovolúmenes Galaxy y S-Max. Pese a que actualmente ambos modelos no están pasando por su mejor momento comercial debido a la deriva de los SUV, el fabricante norteamericano todavía cree en este tipo de modelos para el mercado europeo, prueba de ello es la actualización que acaba de ejecutar en ambos.
Estéticamente, los S-Max y Galaxy 2020 estrenan cambios en calandra, paragolpes y ópticas. Además, aterriza el acabado Vignale en ambos modelos, donde mediante detalles cromados, llantas y otros elementos le dotan de una imagen diferenciada. También hay nuevas opciones de llantas de aleación, en medidas de 17 pulgadas (Galaxy Titanium) y 18 pulgadas (S-Max y Galaxy)
En su habitáculo, la novedad viene de la mano de unos nuevos asientos para conductor y ocupante delantero, ajustables en hasta 18 posiciones diferentes y con un diseño más ergonómico que está respaldado por la homologación en la organización líder en salud de columna vertebral Aktion Gesunder Rücken Ev (AGR).
El equipamiento a bordo recibe mejoras con la incorporación del sistema FordPass Connect para ofrecer acceso a internet a los ocupantes del vehículo, gracias a que se convierte en un punto de acceso WiFi con capacidad para 10 dispositivos, además de mostrarnos información real sobre posibles riesgos locales como vehículos detenidos por avería o accidentes. No falta tampoco la última evolución del sistema de infoentretenimiento SYNC3 con una pantalla táctil a color de 8 pulgadas que podemos manejar por gestos táctiles y es compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
Ford habla en la nota de prensa del motor diésel 2.0 EcoBlue que se continúa ofreciendo en potencias de 150, 190 y 240 CV, pudiendo optar dependiendo de la versión a un cambio manual de seis velocidades o uno automático con convertidor de par de ocho velocidades, así como tracción delantera o total dependiendo de la versión.