Quedan algo más de 4 meses para que veamos a la versión de producción del Dodge Challenger, y una vez se le han hecho los últimos retoques de cara a la seguridad y adaptación a las carreteras abiertas, ya ruedan los prototipos finales por las carreteras estadounidenses.
A estas alturas parece algo absurdo que Dodge cubra con tantísimo camuflaje al Challenger, especialmente cuando ya conocemos todos su aspecto y que la versión final tendrá unos mínimos cambios -a excepción del pilar B-, pero puede que no lo sea.
Tanto el nuevo Dodge Challenger como el Chevrolet Camaro son unas piezas importantísimas del renacimiento de los Muscle Car, nada debe desvelar antes de tiempo la grandísima espectación que levantarán cuando se presente y es por ello que en General Motors no quieren que nada se altere.
Más fotos: Jalopnik