Si echamos la vista atrás, la división de altas prestaciones vRS de Skoda ha tenido tiempos más memorables que la época actual, en la cual, su gama únicamente está formada por el Octavia vRS, ofertado eso sí, tanto en la variante berlina como familiar, así como con un propulsor diésel y otro gasolina. Pero… esta falta de expansión dentro de su misma gama ya deja buena cuenta de que no resultan especialmente rentables.
Esto mismo lo ha confirmado Bernhard Maier, consejero delegado de Skoda en unas declaraciones a Autocar. Y es que, la cifras económicas que arrojan a día de hoy no incitan mucho a seguir incentivando la creación de nuevos modelos RS, ya que aunque hay mercados donde se venden razonablemente bien, en otros, sus ventas son irrisorias. No ocurre lo mismo, por ejemplo, con los paquetes deportivos Monte Carlo, Laurent & Klement y Sportsline, que sí que están funcionando bien por norma general.
Skoda actualmente está embaucada en un estudio para volver a los Estados Unidos donde ha estado ausente por más de 50 años, y además, en su hoja de ruta, también tienen previsto el lanzamiento de su primer modelo híbrido enchufable para el año 2019.
Por el momento no hay una decisión en firme sobre qué hacer en este aspecto respecto al futuro, pudiendo dividirse en dos posibles vertientes. La primera, que apuesten por lanzar las variantes vRS sobre el Superb y Kodiaq, donde sí que podrían tener un éxito más aceptable ya que por su target habría más gente dispuesta a pagar el sobrecoste vRS para obtener ma´s potencia y exclusividad. La otra, tal y como apuntan algunas informaciones, es que desechen la marca RS y se centren en híbridos y eléctricos respecto a coches deportivos.
Vía: Autocar
