Hace muy poco te comentábamos que tras mucho tiempo, la luz se veía en el túnel donde Saab se encuentra. Una luz que parecía ofrecer un futuro más prometedor para el fabricante sueco, y que finalmente podría ser sólo un espejismo. ¿La razón?
General Motors. El gigante norteamericano, a través de uno de sus portavoces -Jim Cain-, ha confirmado que no están dispuestos a aprobar la venta de Saab a Youngman y al resto de responsables en China, y por ende la transacción quedará bloqueada por parte de los norteamericanos. ¿Sabes lo que significa esto?
Si no hay otra salida, Saab no podrá llegar a mano de los chinos y como tal, las papeletas que se rifan para acabar en bancarrota y desaparecer como fabricante de automóviles es muy, muy grande. Todos los proyectos que hoy por hoy tienen quedarían reducidos a la nada, y como tal, dentro de un par de años hablar de Saab sería hablar de un fabricante extinto.
Dicho esto, puede que estemos en un punto muerto en la historia de Saab. Nadie sabe exactamente qué va a pasar, y lo cierto es que la compañía sueca ya acumula un buen número de deudas, sólo en noviembre.