Lo dábamos por hecho, pero quizás nos adelantamos demasiado. Desde la propia marca sueca y las multinacionales de China interesadas y con el dinero sobre la mesa para la compra de Saab también mantenían esta posición, pero…
…ha entrado el tercero en discordia. Saab puede estar ahora en un momento crucial y muy negativo, si finalmente General Motors se sale con la suya. El gigante norteamericano puede detener la venta de Saab si así lo desea, y tiene serias intenciones para llevarlo a cabo.
Si esto finalmente ocurre, entraremos en una situación un poco extraña y que daría una vuelta de tuerca más a la situación de Saab. Los temas legales, de tecnología y futuros proyectos no estaban previstos en esta operación, y General Motors no quiere que su dinero invertido en Saab, vaya a parar a la otra parte del mundo.
Uno de los puntos más calientes de este tema es, por supuesto, la planta que GM construyó para el Saab 9-4X en México. Dicho de otra forma… General Motors sólo dará el visto bueno en caso muy remoto, y no parece que en esta ocasión desde China quieran llegar a un acuerdo competente.