Volvo se presenta al Salón del Automóvil de Ginebra con varias apuestas bastante singulares, entre ellas destacar los nuevos Volvo S60 y Volvo V60, dos gamas bien diferenciadas que lamentablemente no han tenido la aceptación que de ellas se esperaba y precisamente no por ser malos coches ya que, en materia de seguridad son vehículos punteros mientras que, en cuanto a calidad y prestaciones están a la altura de sus rivales alemanes.
Estos nuevos modelos cambian para mostrar una imagen mucho más redondeada y no tan personal y angulosa como los anteriores, algo que puede no gustar a los fans de la compañía que seguramente prefieran vehículos mucho más pasionales. Estos cambios tienen mucho que ver con la intención de los suecos de ofrecer un producto mucho más global que finalmente reciba una acogida mucho mayor.
Lamentablemente a los escasos cambios en el exterior del modelo, muy agraciados desde mi punto de vista, se unen novedades en el interior en forma de una nueva instrumentación TFT configurable, instrumentación que estrenó el V40 y que ahora llega a su hermano mayor para ofrecer al conductor la posibilidad de distribuir la información que le guste tener a la vista del modo que más le interese. Por otro lado encontramos lo que en Volvo se denomina como Sensus Touch Connect, un sistema con el que ahora podrás crear un punto de acceso a internet, entre otras cosas.
Vía: autoblog
