A finales del año pasado os afirmé la renovación que Ford presentaría -y que así ha sido- del Ford EcoSport en el Salón del Automóvil de Ginebra. Un cambio de imagen y estética que llega antes de lo previsto en respuesta a unas cifras de ventas muy pobres, que se alejan enormemente de marcas como Nissan con el Qashqai o de Renault con el Captur. Porque no nos engañemos, el EcoSport está a un siglo de captar un volumen similar de ventas en Europa y en España.
Quizás uno de los puntos más conflictivos, como ya os comenté, fue la rueda de repuesto en el exterior del portón trasero, un estándar en el equipamiento que no se podía eliminar y que ha contrastado en todo momento con los rivales europeos y asiáticos, que no contaban con este accesorio y que desde luego, rompe con el esquema de un crossover urbano, acercándolo más a la filosofía de todoterreno puro y duro. Con la renovación de medio ciclo, Ford elimina la rueda de repuesto en el exterior aunque eso sí, se puede añadir sin coste alguno a la hora de encargar el crossover de la marca del óvalo.
Mejoras en el interior, mismos motores
Un dato interesante es que Ford ha renovado buena parte de los plásticos interiores del EcoSport, en búsqueda de mejorar la insonorización del mismo y la calidad del habitáculo, otro de los puntos débiles del crossover. Los mayores cambios en el chasis pasan por una altura reducida en 10 milímetros, y ligeros cambios en el esquema de suspensión. Más allá de esto, el 1.5 litros TDCI es más potente y desarrolla 95 caballos, 5 más que el modelo anterior.
