Aunque a simple vista no lo veamos, estamos siendo testigos directos de un gran cambio en la marca del Cavallino Rampante. Una evolución drástica y radical que muy poco tiene que ver ya con lo que hemos visto en todo lo que llevamos de siglo.
Desde Ferrari apuntan alto en cuanto a la búsqueda de reducir las emisiones contaminantes y el gasto de combustible. Las normas son cada vez más estrictas, y los italianos se lo han tomado muy en serio. Tanto es así, que el California T ha sido sólo el principio de una larga lista de cambios. De aquí en adelante, Ferrari va a dar un giro radical en una dirección muy diferente.
Premiando la eficiencia con una filosofía old-school
En la actualidad, el súmmum tecnológico de Ferrari es el LaFerrari, y la expresión más directa de cómo van a cambiar las cosas en la firma italiana, el California T. Por un lado un superexótico híbrido con el V12 estrella de Ferrari, y por el otro un ocho cilindros turboalimentado como si de una forma u otra, hubiesen vuelto los años ochenta. Como tal, no es sorprendente que el California T consiga casi la misma potencia que el 458 Italia utilizando un bloque motor mucho más pequeño, con «sólo» 3.8 litros de cilindrada.
El futuro tanto del 458 Italia como del California T será turboalimentado, garantizado. Ferrari reservará el doce cilindros para los modelos más exclusivos de la marca, como el futuro F12berlinetta y en general, los más exclusivos. Para el resto, Ferrari podría optar por sustituir el V12 por el V8 turbo, dependiendo del caso, como por ejemplo podría ser el FF (Four)
Mirando atrás, está claro que hemos estado mucho tiempo -yo diría que años- hablando de este paso, de este cambio. Un cambio al que poco a poco todas las marcas de altos vuelos van a tener que aceptar, y que en cierto sentido todo ha acabado por ser mucho más acelerado debido a la incursión de McLaren y su poderoso V8 de baja cilindrada. Viendo cómo funciona en el 650S o en el P1, ¿qué más se puede pedir?
