Por supuesto que eso del motor rotativo en el aire es una expresión. Está en el aire porque desde Mazda dejan la puerta abierta y casi confirman el futuro desarrollo de un sucesor tanto del RX-7 como del RX-8, pero dejando entrever que el uso de un motor de estas características es muy poco probable. ¿Por qué?
Quizá sea el mayor interés por el uso de sistemas híbridos, quizás por los motores SkyActiv de Mazda y por el uso de tecnologías algo más estándar. Sea cual sea la razón, lo que más nos interesa a nosotros es la posibilidad de ver un nuevo RX en un plazo máximo de tres o cuatro años, y los rumores no se han hecho esperar después de las declaraciones del CEO de Mazda, Ikuo Maeda.
Un trabajo en mente, pero no en proceso
Ikuo Maeda ha confirmado a Automotive News su interés particular -y general- por el desarrollo de un nuevo RX, un coupé deportivo de altos vuelos que sea tanto o más de lo que el RX-7 fue en las décadas pasadas. Afirmando que su interés pasa por utilizar un motor rotativo, deja bien claro a la prensa que con las nuevas tecnologías que hay presentes en el mercado, no sería un paso trascendental el uso de un motor Mazda SkyActiv. El uso de motores eléctricos o sistemas de baterías, es algo que tampoco está confirmado pero que también es muy posible.
Echando un vistazo rápido, el Mazda RX-9 o cual fuese el nombre comercial tendría un mercado muy amplio y con un alto espectro de potencia. Será apasionante ver en qué nicho cae finalmente, puesto que un RX-9 con una potencia comprendida entre 300 y 400 caballos es algo que se da por hecho, no dejo de pensar en mirar más allá y pensar directamente, en el BMW M4 Coupé y el Audi RS5.
