¿Un Ford Mustang con la potencia de un Bugatti Veyron Super Sport? Sí, Hennessey Performance lo ha vuelto a hacer. Para ello, el preparador con base en Texas ha empleado la base del Ford Mustang GT500 2020 -que recordemos, todavía no ha llegado a los concesionarios-, y que a su vez es el Mustang de calle más potente construido hasta la fecha. Es por ello que Hennessey ha considerado que es una base perfecta para tratar de explotar todavía más sus espectaculares cifras desde los 760 CV originales y 847 Nm de par máximo gracias al uso de un compresor de grandes dimensiones en su bloque V8 de 5.2 litros.
Para poder ofrecer un aumento de potencia de manera escalonada, Hennessey ha introducido varios kits adaptados a diferentes necesidades. El primero de ellos es el kit Venom 850, donde su potencia aumenta hasta los 862 CV y 983 Nm de par. El siguiente que encontramos es el kit Venom 1000, con 1.014 CV y 1.1152 Nm de par… pero todavía hay uno que va más allá. Se trata del Venom 1200, que llega hasta los 1.217 CV y 1.356 Nm de par, eso sí, en este último necesitaremos emplear Etanol E85 o gasolina de 109 octanos para poder hacer uso de dicha potencia.
Naturalmente, este último kit es el que más modificaciones requiere a nivel de motor, recibiendo unos pistones y bielas específicos, un nuevo sistema de inyección de combustible, escape en acero inoxidable, intercooler de mayor capacidad y un sistema de admisión mejorado. La caja de cambios de siete velocidades automática de doble embrague cuya potencia envía a las ruedas traseras recibe algunos retoques y refuerzos a fin de poder digerir el aumento de potencia.
Eso sí, pese al aumento de potencia considerable que experimentamos en algunos de los paquetes, estéticamente presenta muy pocos cambios, destacando únicamente los emblemas bordados en los reposacabezas y la placa identificativa con el número de la edición.
