Han pasado ya nada menos que 15 años desde que Opel creara el departamento de altas prestaciones Opel Performance Center dentro de su firma, que bajo la denominación OPC, sería la denominación que recibirían sus modelos más deportivos y potentes de la gama -a excepción de los Speedster y GT-.
¿Cuál fue el modelo que arrancó la historia?
Si hablamos de OPC, es fácil que lo asocies a los modelos de la década anterior, como por ejemplo el Astra GTC de primera generación que podríamos catalogarlos como uno de los más icónicos dentro de los OPC, pero lo cierto es que no fue el precursor de la saga.
Se trata del Astra G, más concretamente, en el año 1999. Tomando como base el 2.0 Ecotec de 136 CV, se le realizaron algunas modificaciones como un nuevo sistema de escape, nuevo árbol de levas, colector de escape específico, además de pistones forjados hasta alcanzar los 160 CV.
Pero naturalmente, ahí no acaban los cambios. A nivel estético, también se optó por un kit de carrocería que podía ir acompañado del característico azul eléctrico, además de unas llantas de aleación de 17 pulgadas firmadas por BBS. En lo que respecta a la puesta a punto, la dirección era más directa, y las suspensiones Blistein más deportivas reducían el centro de gravedad en dos centímetros.
¿Un monovolumen deportivo? Sí, es posible
En el año 2001 Opel decidió romper esquemas lanzando la Zafira OPC. En este caso, la sorpresa era doble, ya no sólo por la base empleada, sino también por emplear por primera vez la sobrealimentación, con el propulsor 2 litros de 192 CV, siendo también uno de los monovolúmenes más rápidos de la época. El mismo propulsor se usó como base para los Astra GTC o la segunda generación de la Zafira OPC, pero en este caso entregaba la nada desdeñable potencia de 240 CV.
Además, la Zafira no fue el único monovolumen con versión OPC, ya que también disfrutó la Meriva de dicha versión.
Seis cilindros en uve para los OPC
El Vectra -incluyendo la variante familiar- también disfrutó de versión OPC antes de evolucionar en el que hoy en día conocemos como el Insignia. Para ello, hizo uso del bloque de 2.8 litros y seis cilindros en uve, con una potencia de 255 CV. Actualmente el Insignia continúa empleando un V6 de 2.8 litros pero en esta ocasión con 325 CV y tracción a las cuatro ruedas (el Vectra era tracción delantera, y es una de las razones por las que su comportamiento dinámico no era nada brillante).
Protagonistas también en Nürburgring
Opel también se apuntó a la guerra de tiempos en Nürburgring con varios de sus modelos. Podemos poner como ejemplos el de la Zafira OPC con un tiempo de 8:54:38, un tiempo de 8.47:99 para el Corsa OPC de 2007 o el Astra OPC que logró 8:35:94 en 2005.