Ya pudimos el por qué de sus tres salidas de escape, pero ahora nos surge otra pregunta… ¿por qué Honda no ha ofertado ni tan siquiera en opción una caja de cambios automática para el Honda Civic Type R cuando el protagonismo de estas es cada vez mayor? ¿atiende esta decisión a razones de costes? ¿de mantener una característica que hasta ahora ha sido innata en los Type R? ¿de no haberse sabido adaptar a las tendencias que se orquestan en el mercado actual?
Nada de eso. De acuerdo a una entrevista de Car Advice con el jefe de proyecto de la parte de motores del Civic, Yuji Matsumochi, el objetivo de haberse decantado únicamente por una caja manual atiende a razones de peso, es decir, para no aumentar de manera considerable el peso del conjunto ni tampoco desequilibrar el reparto de pesos del mismo que se sitúa en 62.5% en el eje delantero y 37.5% en el eje trasero.
Tal y como lo justifica Matsumochi, es menester dotarle de un conjunto mecánico ligero, puesto que al ser tracción delantera ya cuenta con un gran peso sobre el eje delantero, y además su propulsor es algo pesado, por lo que en parte es algo que han compensado con una caja de cambios algo más ligera. De haberse decantado por un cambio automático o de doble embrague capaz de aguantar los 400 Nm de par de su motor, además de contar con un gran tamaño, sería bastante pesada.
También justifican su decisión (no van a tirarse piedras a su propio tejado) haciendo referencia a la diversión que proporciona una caja de cambios manual, que además, en este caso concreto cuenta con una función que sincroniza las marchas igualando el nivel de revoluciones, permitiendo de esa forma ser más eficaz cuando estamos tratando de exprimir el coche en conducción dinámica.