Siete años han pasado ya desde que General Motors decidiera echar el cierre a una de sus marcas de coches más peculiares: Hummer. Esta marca nació en el año 1992 al albor de un modelo modelo derivado del M998 Humvee creado por AM General: se trataba del H1, que estuvo en producción desde ese año hasta 2006, si bien inicialmente se conocía como ‘Hummer’ y no fue hasta 1999 con la introducción del H2 derivado del GMC 2500HD cuando se le puso dicho nombre para poder diferenciarlo del resto de opciones de la gama.
Y aquí, en el enclave actual, es cuando entra en juego VLF Automotive, una compañía americana pequeña con algo más de un año de vida y que anteriormente se conocía bajo el nombre de VL Automotive, estando capiteneada por Bob Lutz (anteriormente trabajaba en General Motors), Henrik Fisker de la marca fisker y Gilbert Villareal (anteriormente trabajaba en Boeing), que asociados con AM General volverán a producir el H1 en las instalaciones de VLF en Michigan junto con modelos como el Fisker Karma, el VLF Destino y otras opciones como un Viper recarrozado. Eso sí, no se comercializará en Estados Unidos, ya que sería muy complejo poder homologarlo allí incluso con la ley de fabricante de baja tirada debido a la veteranía del modelo.
Su comercialización se limitará a mercados como China y Oriente Medio y lo hará bajo el nombre de Humvee C-Series, llegando con cuatro opciones mecánicas, como un motor V8 diésel de 6.5 litros en tres escalones de potencia (192 CV y 522 Nm de par, 208 CV y 596 Nm y 253 CV y 596 Nm). En gasolina, encontramos un V8 de 6.2 litros como el que se montaba el Corvette C6 y el Chevrolet Camaro de quinta generación con 436 CV de potencia y 575 Nm de par.
Estará disponible con tres niveles de equipamiento denominados: Charlie, Bravo y Delta y que no aportarán muchas novedades frente al modelo que salió en el año 1992, aunque podrán contar con elementos destinados al confort como asientos calefactables y aire acondicionado. Eso sí, continuará siendo un modelo muy exclusivo, ya que se espera fabricar en torno a 100 unidades, a un precio que rondará los 150.000 euros, una cifra que dista mucho de los casi 60.000 euros que pedía GM en su día al cambio de divisa actual.