Cuando parecía que los motores de combustión no pueden dar más de sí a nivel tecnológico y que están con tecnologías ampliamente explotadas y evolucionadas, llegó Mazda y nos presentó los SkyActiv-X, un motor gasolina con el consumo de un diésel. Y ahora es Hyundai Motor Group quien desvela la tecnología CVVD que promete también otra vuelta de vuelta también sobre los motores de combustión.
La tecnología CVVD (Continuously Variable Valve Duration) optimiza el rendimiento y el consumo de carburante a la par que reduce emisiones. Pero… ¿en qué consiste dicha tecnología? Se trata de un sistema de control de válvulas que se encarga de regular tanto la apertura como el cierre de las mismas en función de las condiciones de conducción de cada momento. A priori, no debe parecerte una tecnología radicalmente diferente de los típicos sistemas de control variable de válvulas como los CVVT o CVVL, ¿verdad?
Sin embargo, la diferencia sustancial que introduce la tecnología de Hyundai es que es capaz de ajustar la duración de la apertura de la válvula, ya que estos sistemas más tradicionales no podían regular la duración de la válvula debido a que el cierre de la válvula estaba subordinada a la apertura y no podía responder en diversas situaciones de conducción. De forma que cuando el vehículo mantiene una velocidad constante y requiere poca potencia del motor, CVVD abre la válvula de admisión desde la mitad hasta el final de la carrera de compresión, mejorando la eficiencia del combustible al reducir la resistencia causada por la compresión.
Cuando la carga del motor es alta, por ejemplo, cuando conducimos a altas velocidades, la válvula de admisión está cerrada al principio de la carrera de la compresión para maximizar la cantidad de aire usada en la explosión, logrando mejorar el par en aceleración.
Hyundai asegura que gracias a este sistema, permite ofrecer un 4% más de rendimiento, un 5% menos de consumo y un 12% menos de emisiones. Y para ello, el primer motor en estrenar dicha tecnología será el nuevo 1.6 T-GDi Smartstream que empleará el nuevo Hyundai Sonata. Se trata de un cuatro cilindros sobrealimentado por turbocompresor con inyección directa de 350 bares, nuevos tratamientos antifricción en sus internals, un sistema de refrigeración inteligente y una EGR de baja presión, dando como resultado 180 CV de potencia y 265 Nm de par.